Dice Santa Hildegarda en su libro «Las piedras que curan»:
“La fuerza del crisolito (olivino) es tal que si hubiese una piedra de crisolito al lado de un pájaro recién nacido o de otro animal, se pondrían a caminar enseguida”.
El termino olivino no hace referencia a un mineral, es realmente un grupo. La proporción relativa de hierro (Fe) y magnesio (Mg) es variable, formándose así una serie isomorfa continua de minerales que genéricamente se llaman Olivino, pero que cuando hay ausencia de hierro se conoce por Forsterita y cuando no hay magnesio se denomina Fayalita. (más…)
La sodalita… es una piedra que no debe faltar en nuestro botiquín de gemoterapia, es económica y además nos puede ayudar con sus múltiples propiedades.
¿Por qué se llama Sodalita?
El nombre de este mineral azul profundo tiene que ver con su composición, así a simple vista, es difícil caer en la cuenta a no ser que saques algún recuerdo del griego que estudiaste o si visitaste las islas griegas, sea como fuere, aquí te desvelo el misterio del nombre.
El significado de Sodalita en griego es… piedra de sal.La palabra griega para sal es soda y la piedra es lithos.Fue llamada así debido a que contiene una gran cantidad de sal.
Este alto nivel de sal en la composición de la sodalita es la que lo convierte en un mineral, no en una roca.
El color de las sodalitas no siempre es azul oscuro, podemos encontrarnos sodalita en gris, morado, naranja o amarillo o puede no tener ningún color.
Si aplicas una luz UV, comprobarás que, al igual que otros minerales azul profundo, tienen una fluorescencia naranja.
Otra cosa que comúnmente encontraremos en las sodalitas serán, las vetas blancas, casi como marmoleado o también podrían ser como manchas blancas y, esto la mayoría de las veces es, calcita.
¿has tenido una racha en la que te sentías como sin fuerzas,
bajo de energía?
En este post compartiré con vosotros y vosotras, una filosofía milenaria, procedente del Hinduismo y del Budismo, que aporta su punto de vista y posible solución a las preguntas que acabamos de plantear.
La amatista es un mineral cristalino fácilmente reconocible por su color violáceo, y puede presentar distintas tonalidades que van desde el malva hasta el púrpura. Este color intenso violeta se asocia con
Dice Santa Hildegarda en su libro «Las piedras que curan»:
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